lunes, 3 de octubre de 2011

Traslado

Este blog se ha trasladado; ahora se llama elarte-delsexo.blogspot.com Espero que os paseis por alli pronto. Un beso... donde mas deseeis...

miércoles, 15 de junio de 2011

Reglas sencillas para un Dominante o Amo.



La seguridad del ser sumiso SIEMPRE será la prioridad máxima para un Dominante, tanto emocionalmente, como físicamente.

SIEMPRE respetará y honrará la palabra segura del ser sumiso y jamás lo pondrá en una situación en la cual se vea con el temor de usarla.

De la misma manera que la sumisión es un regalo preciado, la Dominación es un talento que debe ser amaestrado, por lo tanto sea cortes y experimentado en la dominación ANTES de tomar la responsabilidad por la vida de otra persona.

No sea demasiado arrogante para escuchar y comprender los puntos de vista de su ser sumiso y sus necesidades. Quizás aprenda algo de ellos. Después de todo, la comunicación es lo fundamental de una relación D/s sólida y no esta no puede ser obtenida si todo viene de un solo lado.

Jamás castigue a un ser sumiso reteniéndole su cariño y afecto, esto es chantaje emocional.

Dé su apoyo y guíe al ser sumiso cuando este lo necesite y manténgase en contacto con los cambios de humor de su ser sumiso. A cambio de esto, obtendrá un ser sumiso que estará con animo de complacer y servirle porque se siente valorado.

Entregue a su ser sumiso una guía prenegociada por las cuales debe regirse y cuando este las incumpla sea CONSISTENTE aplicando el castigo.

Comprenda que del mismo modo que la confianza de un ser sumiso por su Dominante ha de ser sentida, igualmente el Dominante se tiene que ganar esa confianza. Esto no disminuye su control, lo fortalece.

Disfrute y use lo que se le ofrece con ternura, dureza, dolor y placer y tenga la sabiduría cuando usar cada una de ellos.

Jamás este tan lleno de orgullo o ciego por su ego y/o poder que sea incapaz de admitir cuando ha cometido un error, incluso para decir, “Lo siento”. De la misma manera que ningún ser sumiso es perfecto para su Dominante 24 horas al día, ningún Dominante es perfecto tampoco.

No sienta temor al extender confianza. De la misma manera que usted demuestra que es de confiar cuando su ser sumiso confía en usted, de ese mismo modo el ser sumiso necesita sentir que se confié en el/ella. El no hacer esto puede terminar envenenando la relación.

Cuide y eduque a su ser sumiso. Mientras mas sepa y pueda hacer, mas valioso es para si mismo como persona, y para el efecto que su sumisión tendrá en los dos. Es mas satisfactorio tener una persona fuerte que confíe en usted entregándole el control, que tener el control sobre una persona que sea una "alfombra".

martes, 14 de junio de 2011

Dando y recibiendo


Su lengua chupaba mi violáceo glande, los hinchados testículos e intentaba atrapar mi venosa verga otra vez con sus labios, pero yo jugaba con ella. La acercaba a su hambrienta boca y de repente la apartaba. Golpeaba sus mejillas, rozaba el frágil y ceniciento cuello con ella y luego la dejaba chuparla otra vez y vuelta a empezar. Cada vez estaba más excitada y necesitaba tenerla en su boca, sentir su grosor, su calor y sus labios entreabiertos se movían intentando atraparla pero se tenía que conformar con lamerla cuando se ponía a su alcance, esperando que suplicara… esperando que se entregara a mí…

martes, 7 de junio de 2011

Pequeños juegos.


Una eternidad de placeres sin fin, exhausta y saciada, ella seguía sintiendo el olor de su excitación envolviéndolo todo. Estaba horrorizada y profundamente avergonzada, sentimientos confusos que pugnaban por vencer sin conseguirlo, el éxtasis sentido. Su cuerpo había sido tocado como un instrumento musical perfectamente afinado. Mi lengua había utilizado su palpitante clítoris como a un violín interpretando una hermosa pieza para el público más exigente. Recordó, con excitación, esa pasión que la invadió, que transformó a una mujer moderna e inteligente en un animal que se retorcía y gemía sin control ni tapujos, suplicando entre oleadas descontroladas un poco más, solo un poco más. La había usado a mi absoluto antojo y ella me había odiado... y me había amado