martes, 14 de junio de 2011

Dando y recibiendo


Su lengua chupaba mi violáceo glande, los hinchados testículos e intentaba atrapar mi venosa verga otra vez con sus labios, pero yo jugaba con ella. La acercaba a su hambrienta boca y de repente la apartaba. Golpeaba sus mejillas, rozaba el frágil y ceniciento cuello con ella y luego la dejaba chuparla otra vez y vuelta a empezar. Cada vez estaba más excitada y necesitaba tenerla en su boca, sentir su grosor, su calor y sus labios entreabiertos se movían intentando atraparla pero se tenía que conformar con lamerla cuando se ponía a su alcance, esperando que suplicara… esperando que se entregara a mí…

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